Convivencia en pareja

Con el paso del tiempo, la convivencia genera conflictos. Esto quiere decir que hay momentos en los que los deseos y preferencias de uno de los miembros de la pareja son diferentes a los del otro. La falta de habilidad para prevenir o resolver estos conflictos de la vida cotidiana es lo que va a deteriorar la relación de pareja.
Aprender a vivir en pareja es aprender a tomar decisiones con la pareja.
En muchas ocasiones, la pareja se mantiene en una situación de conflicto porque evita tratar los temas que lo generan, pensando que el tiempo todo lo arregla.
Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, esta situación se va complicando.
En contadas ocasiones, logra la pareja salir de dicha situación. Esto no se da por arte de magia, sino que es fruto de haber encontrado, a partir de cambios de actitud y de conducta, las herramientas adecuadas para solucionar el conflicto.
Se hace recomendable acudir a una terapia de parejas en las situaciones, en las que un miembro de la pareja se siente mal con el otro durante un período de tiempo de al menos dos o tres meses.
Hay muchos factores que pueden desencadenar una crisis de pareja: el nacimiento de un primer hijo; intromisiones de terceras personas en la relación de pareja; falta de apoyo de la pareja; una reducción significativa de los ingresos...
Por otro lado, cabe destacar, que, debido a que la ruptura de una pareja estable es una de las mayores fuentes de estrés, el psicólogo se centrará en prevenir el deterioro progresivo de la relación o resolver situaciones de crisis afectivas que podrían terminar en una separación o en un divorcio no deseables.
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