Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad
Actualmente casi un 3% de la población, entre niños y niñas, padecen la condición DAH (hiperactivos), con o sin trastorno. (Según cifras aportadas por el Instituto de Salud Mental de los EEUU). En cambio, los estudios de prevalencia de la condición DA (inatentos sin hiperactividad), con o sin trastorno, ofrecen cifras aproximadas de un 12,7% de la población.
Actualmente, las evidencias clínicas apoyan la hipótesis de que un factor genético es el responsable de los procesos atencionales. No obstante, la genética solo explicaría las características comportamentales de las personas. Esta condición podría convertirse en trastorno (desadaptación tanto en el ámbito personal, social y académico) debido al trato otorgado a los niños o a los adolescentes por parte de padres y profesores, quienes desconociendo su falta de habilidades, les lleva a la incompresión, hiperexigencia y en ocasiones recriminaciones.
Por tanto, consideraríamos el TDAH como un problema de conducta con base biológica, caracterizado por una excesiva actividad motora y un notable déficit de atención sostenida a cualquier estímulo, que normalmente suele estar acompañado de:
- Dificultad para controlar las emociones
- Impulsividad
- Retrasos en Habilidades de autocuidado y autonomía
- Dificultad para relacionarse con los demás
- Problemas de conducta
- Retrasos escolares
- Mal autoconcepto y escasa autoestima
- Una forma de relacionarse muy agresiva
Por otro lado, el TDA también es un problema de conducta de tipo Socio-Emocional con base biólogica, pero en este caso está caracterizado por una notable lentitud en la actividad motora y en la cognitiva y un notable déficit de atención a estímulos relevantes, y suele ir acompañado por:
- Impulsividad
- Retrasos en Habilidades de autocuidado y autonomía
- Retrasos escolares
- Dificultad para relacionarse con los demás
- Mal autoconcepto y escasa autoestima
Desde casa o desde el colegio se puede detectar niñ@s que presentan estas situaciones:
- ”No para quieto”, “se mete con sus hermanos”, “es incapaz de estar 5 min, quieto”...
- En el colegio empuja a los demás, se pelea, patalea si le obligan a permanecer sentado...
- Esta distraído, como “ensimismado”, en clase responde sin pensar la pregunta, no termina las tareas...
Una detección precoz, un programa de entrenamiento dirigido al aprendizaje de habilidades y un asesoramiento a los padres como a los profesores serían la clave para mejorar el bienestar del menor.